Como íbamos diciendo
Reflexión nº 4 - Las estrellas fugaces y los que ganan con el cambio
Las estrellas fugaces.
Todos. Todos los jugadores sin excepción son estrellas fugaces en el firmamento de la Supermanager. Unas se fugan antes que otras y otras se pasan fugadas media temporada (como dice Jotas, el propio Navarro o Batista).
Hoy he compuesto mi equipo con 4 estrellas menos fugaces que, si están entonados, me acercarán a esa masa crítica de entorno a 100 puntitos (más que algunos con todo su elenco de 11 estrellas) y cuento con la participación de 7 estrellas un poco más fugaces pero que últimamente están adquiriendo volumen y proximidad, y una de dos, o me pasan muy cerca y cogiéndome de la etiqueta del chandal del carreful de ver deportes en la tv y me elevan hasta puestos para mí hasta ahora desconocidos o Zas!, en toda la boca y me alejan definitivamente de la cabeza.
Los que ganan con el cambio.
Recientemente hemos visto los casos de Massey y Hervelle contra el Madrid (parece la etiqueta de un juicio de película americana), los dos se han salido destrozando sus más que discretas medias o previsiones.
Hoy tenemos la oportunidad de ver dos buenos ejemplos de ello. Mickeal contra su Caja Laboral de antes y Dasic contra el equipo en el que no jugaba antes, el Real Madrid. Porque con Miralles contra su Valencia no cuento mucho, aunque puede suponer una sorpresa. Puede que Dasic no sea una primera opción, incluso puede que Mickeal tampoco, pero yo me lo pensaré hasta las 16:59.
Cada vez hago los cambios más rápidamente, por lo que asistiré cada vez más a resultados más bochornosoindignates, pero lo que pretendo con ello es tener cada semana como mínimo un experiencia cercana a la suerte. Ello, está claro, no se consigue si no se asumen ciertos riesgos. Cuando se dice que uno ha tenido suerte es porque parecía que lo más fácil era cualquier otra cosa, es decir, es un poco sorpresa y ahí quiero quedarme yo a vivir algunas jornadas. Esto es lo que yo denomino "el escondite inverso", estoy harto de que la suerte se esconda de mí y no sea capaz de salir del "frío, frío"; por ello he decidido ser yo quien se esconda de la suerte, no sé si me está buscando siquiera, pero si los dos nos movemos, aunque queramos encontrarnos, entre 350.000 equipos es realmente difícil, así que yo, por el momento me estaré muy quieto, intentando fichar a aquellos jugadores que una vez en la vida te hacen ganar muchos puntos. Por más que muchos de ellos no estén en el top 500 ni en la cabeza de los que de verdad saben de esto.
Reflexión nº 4 - Las estrellas fugaces y los que ganan con el cambio
Las estrellas fugaces.
Todos. Todos los jugadores sin excepción son estrellas fugaces en el firmamento de la Supermanager. Unas se fugan antes que otras y otras se pasan fugadas media temporada (como dice Jotas, el propio Navarro o Batista).
Hoy he compuesto mi equipo con 4 estrellas menos fugaces que, si están entonados, me acercarán a esa masa crítica de entorno a 100 puntitos (más que algunos con todo su elenco de 11 estrellas) y cuento con la participación de 7 estrellas un poco más fugaces pero que últimamente están adquiriendo volumen y proximidad, y una de dos, o me pasan muy cerca y cogiéndome de la etiqueta del chandal del carreful de ver deportes en la tv y me elevan hasta puestos para mí hasta ahora desconocidos o Zas!, en toda la boca y me alejan definitivamente de la cabeza.
Los que ganan con el cambio.
Recientemente hemos visto los casos de Massey y Hervelle contra el Madrid (parece la etiqueta de un juicio de película americana), los dos se han salido destrozando sus más que discretas medias o previsiones.
Hoy tenemos la oportunidad de ver dos buenos ejemplos de ello. Mickeal contra su Caja Laboral de antes y Dasic contra el equipo en el que no jugaba antes, el Real Madrid. Porque con Miralles contra su Valencia no cuento mucho, aunque puede suponer una sorpresa. Puede que Dasic no sea una primera opción, incluso puede que Mickeal tampoco, pero yo me lo pensaré hasta las 16:59.
Cada vez hago los cambios más rápidamente, por lo que asistiré cada vez más a resultados más bochornosoindignates, pero lo que pretendo con ello es tener cada semana como mínimo un experiencia cercana a la suerte. Ello, está claro, no se consigue si no se asumen ciertos riesgos. Cuando se dice que uno ha tenido suerte es porque parecía que lo más fácil era cualquier otra cosa, es decir, es un poco sorpresa y ahí quiero quedarme yo a vivir algunas jornadas. Esto es lo que yo denomino "el escondite inverso", estoy harto de que la suerte se esconda de mí y no sea capaz de salir del "frío, frío"; por ello he decidido ser yo quien se esconda de la suerte, no sé si me está buscando siquiera, pero si los dos nos movemos, aunque queramos encontrarnos, entre 350.000 equipos es realmente difícil, así que yo, por el momento me estaré muy quieto, intentando fichar a aquellos jugadores que una vez en la vida te hacen ganar muchos puntos. Por más que muchos de ellos no estén en el top 500 ni en la cabeza de los que de verdad saben de esto.